La Juventud

No es mio... pero es muy bueno

La juventud no es un período de la vida;
es un estado del espíritu,
un efecto de la voluntad, una cualidad de la imaginación,

una intensidad emotiva, una victoria del valor sobre la timidez,

del gusto de la aventura sobre el amor al comodismo.

No se envejece por haber vivido cierto número de años;

se envejece cuando abandonas tu ideal.

Los años arrugan la cara; la renuncia al ideal arruga el Alma.
Las preocupaciones, las dudas, los temores, la desesperación,

son enemigos que lentamente nos inclinan hacia la tierra

y nos vuelven polvo antes de la muerte.

Es joven aquél que se admira,

que se maravilla y pregunta como un niño insaciable: "¿Y después?"

Joven es aquél que desafía los acontecimientos

y encuentra alegría en el juego de la vida.

Eres tan joven como tu fe. Tan viejo como tú falta de creencia.

Tan joven como la confianza en ti mismo.

Tan joven como la esperanza.

Tan viejo cuanto tú falta de ánimo, tu abatimiento.

Serás joven mientras te conserves receptivo a lo que es bello,

bueno y grandioso.

Sensible a los mensajes de la Naturaleza, del Hombre y del Infinito.

Y si un día tu corazón fuera atacado por el pesimismo

y corroído por el cinismo,

que Dios, entonces, se compadezca de tu Alma de viejo.

Douglas MacArthur Militar Norteamericano

Julio me recordaba a mi abuelo, un hombre de carácter fuerte, pensamiento rígido y un marcado autoritarismo. Era de esa clase de personas que han tenido una educación militar, sumado a una cultura inglesa Victoriana.

Nunca conocí el pasado de Julio, pues aunque era mi compañero de trabajo, nunca pude conocer en palabras suyas acerca de su pasado, vida, sus miserias y grandezas, sus amores. En un principio luché por entablar una comunicación que me permitiera conocer más acerca de él, pero era en vano, porque Julio no podía expresar su parte humana. Era una de esas personas en las que percibimos una gran dureza, una gran seguridad, esto pude verlo porque él siempre sabia todo, siempre opinaba de todo. La realidad es que al compartir tanto tiempo de trabajo junto a él, pude empezar a descifrar su conducta, la cual contaré más adelante.

Julio tenia una estatura de 1,88, cabellos oscuros, cejas dominantes y ojos negros. Su apariencia era la de un hombre corpulento de Europa Oriental.

En el trabajo lo apodabamos "el Capitán", porque siempre estaba al pie de la lucha con los proveedores, era un negociador nato. Poseía una sobriedad que lo mostraba como una persona lejana a las pasiones humanas.

(Continuará)

Libertad

Esto lo escribí después de haber leido "La vida es sueño" de Calderón de la Barca.

Pienso en Segismundo, en esa torre, aquel espacio confinado por la oscuridad y el silencio. Pienso en Segismundo y me maravillo de su pelea, su afán de vivir. Pues Segismundo nació libre, conoció la libertad y la abrazó. Pero ese favor que recibió le fue arrancado de sus brazos por un tirano, y Segismundo no fue más hombre, pues es hombre aquel que goza de su libertad, es hombre aquel que obra según su mandato. "Mísero de mi, infelice de mi" grita Segismundo! Es una voz que sale desde el fondo del corazón humano, pues nuestra condición es de hombres libres, y la esclavitud es propia de las tinieblas. Pues, la vida parece un sueño según Segismundo, pero yo le digo a él que no es asi! La vida no es un sueño! La vida es una realidad! Segismundo debe encontrar el camino para recuperar la libertad que le fue arrancada... debe luchar por aquello en lo que él cree! Por eso le repito que "la vida NO es un sueño, pero los sueños si lo son". Adelante Segismundo! Continua con tu labor, engrandece tu corazón y lucha contra los opresores, pues un castigo bien merecido han de tener.

Una carrera

Acelero...freno... doblo a la derecha.. acelero y paso un auto.. Estos impulsos mueven nuestra vida, estas pequeñas pero importantes decisiones determinan nuestro futuro, cada acto que realizamos nos condiciona, nos perfecciona, nos imposibilita, nos llena. Cada entrega que hacemos a la vida, nos la hacemos a nosotros mismos, pues no es grato vivir para los demás pero si con los demás. La entrega que hacemos hacia los otros nos engrandece, nos ilumina, pues vivir con fe en la gente es un acto grato. Nuestra vida lleva su curso en la Tierra, donde nacemos, nos reproducimos y morimos. En estos momentos lloramos, reimos, nos admiramos, aprendemos, creemos y nos conocemos. Esta es nuestra vida, no la vaga idea que nos intentan dar, aquella llena de éxitos y vanalidades que llenarían sólo el corazón de una piedra. Fui educado bajo un régimen al cual respeto y cuestiono. Esta carrera me genera muchas preguntas..... finalmente paso el auto... doblo a la izquierda... desacelero y freno...