Julio me recordaba a mi abuelo, un hombre de carácter fuerte, pensamiento rígido y un marcado autoritarismo. Era de esa clase de personas que han tenido una educación militar, sumado a una cultura inglesa Victoriana.

Nunca conocí el pasado de Julio, pues aunque era mi compañero de trabajo, nunca pude conocer en palabras suyas acerca de su pasado, vida, sus miserias y grandezas, sus amores. En un principio luché por entablar una comunicación que me permitiera conocer más acerca de él, pero era en vano, porque Julio no podía expresar su parte humana. Era una de esas personas en las que percibimos una gran dureza, una gran seguridad, esto pude verlo porque él siempre sabia todo, siempre opinaba de todo. La realidad es que al compartir tanto tiempo de trabajo junto a él, pude empezar a descifrar su conducta, la cual contaré más adelante.

Julio tenia una estatura de 1,88, cabellos oscuros, cejas dominantes y ojos negros. Su apariencia era la de un hombre corpulento de Europa Oriental.

En el trabajo lo apodabamos "el Capitán", porque siempre estaba al pie de la lucha con los proveedores, era un negociador nato. Poseía una sobriedad que lo mostraba como una persona lejana a las pasiones humanas.

(Continuará)